Tesla Tequila: ¿ego, locura o genialidad?

tequila_tesla_blog.jpg

La excentricidad del mes. Tesla lanza su propio tequila por 250 dólares la botella y las agota en 7 horas. Boom.

Algunos expertos en branding creen que este movimiento no contribuye a fortalecer la marca sino que, por el contrario, la diluye porque no demuestra coherencia.

Sus seguidores, sobre todo los afortunados que se han hecho con una de las botellas, aplauden con las orejas.

Y a la mayoría de los mortales nos explota la cabeza. Cuanto menos, se queda un ratito rondándonos el pensamiento, cuando nos debatimos entre el asombro, el rechazo y la admiración que nos produce un movimiento semejante en el olimpo de la innovación.

Ya formemos parte de los entregados fans o de los detractores o del equipo más cercano al "meh", podemos aprovechar ahora que las opciones de ocio se han reducido drásticamente por las confituras (me gusta más "confitura" que "confinamiento") anti-COVID para darle una pensadita al asunto.

¿Qué podemos aprender del Tequila Tesla?

Es pronto para saber si la jugada ha salido bien, aunque el hecho de que hayan agotado existencias ya es algo (también es cierto que no sabemos si han sacado a la venta 10.000 botellas o 50).

Lo que sí nos da es una idea de lo que una lovemark es capaz de hacer.

Aquello que nos dice Simon Sinek cuando nos habla de Dell frente a Apple: nadie se da cuenta cuando alguien llega a una cafetería y abre su portátil Dell. Nadie permite a Dell que, un día, empiece a vender reproductores MP3. Porque Dell no tiene un por qué. Apple sí lo tiene. Dell no tiene asociados significados emocionantes. Apple, sí. Este debate de tequila sí, tequila no, me recuerda a esta comparación. Sí, puede que sea inapropiado, pero cada vez que Musk abre la boca (o Twitter) dice algo inapropiado. Sin embargo, todo el mundo se dará cuenta del coche que llevas si llegas en un Tesla, pero pocos repararán en que has llegado en un Opel o un Citroën.

¿Y si vender tequila fuera más coherente de lo que en un principio pudiera parecer... porque nos habla de empujar los límites? Ese podría ser el significado asociado a sus locuras. Y ni siquiera hace falta que guste a todo el mundo. Solo necesita gustar a ese 2,5% de innovadores que se identifican en la Ley de la Difusión de las Innovaciones. Y no es que el tequila sea innovador, pero es un guiño a ese valiente y minoritario porcentaje de personas que quieren y pueden llevar ese coche que muy pocos llevan.

No tomarse a uno mismo demasiado en serio.

Creo que ese es otro aprendizaje que podemos hacer de esta excentricidad. Quitarle rigidez y seriedad al mundo de los negocios, que falta nos hace. Why so serious?, que diría Joker. En el fondo, y sabiendo que este producto es la tangibilización de una broma de Twitter (hace años sugirió que podría vender "Teslaquila" y los tuiteros le animaron a hacerlo), se acerca más a un «¿Que no hay h****s? Sujétame la copa» que a un lanzamiento meticulosamente meditado, pero también es un «lo hago porque puedo y me apetece... y porque soy el gran Elon Musk».

Pudiera parecer que soy la presidenta del club de fans del susodicho, pero te diré que su ego desmedido no me despierta demasiada admiración. Sin embargo, algo hará bien cuando está donde está. ¿Ha empujado su imperio hasta lo más alto? Sin duda. ¿Lo hace por el bien común? Lo dudo. ¿Está encantado de conocerse? Seguro. Pero algo podremos aprender.

Marketing de guerrilla... ¿de lujo?

Esta acción me recuerda a aquello que tenías que dominar si querías un hueco en la publicidad cuando yo era una joven aspirante a copy, allá por 2009. Los entusiastas becarios hojeábamos ávidamente los libros que recopilaban las mejores campañas de marketing de guerrilla, y que solían vender a buen precio en VIPS. Esas campañas que pretendían conseguir, con muy poco dinero de inversión en producción y menos aún en medios, el santo grial de la publicidad en aquellos años y que todos los clientes reclamaban: «quiero un viral». Pues miro esta botella en forma de rayo que inunda Linkedin y se me parece mucho a una campaña de marketing viral... de lo más rentable. Concretamente, como digo, a razón de 250€ la botella. Imagino que, además, los orgullosos compradores guardarán esa botella para siempre y la mostrarán sin pudor a las visitas y al mundo desde sus redes sociales.

Tenemos una responsabilidad

Dicho esto, no estoy a favor de relacionar el éxito o lo cool con una bebida alcohólica de alta graduación como es el tequila... Soy de los que piensan que un gran poder conlleva una gran responsabilidad y que debemos dejar el mundo mejor de como lo encontramos. Dudo que vender tequila cuando vendes coches sea una gran contribución a la sociedad... pero en coherencia con la esencia de todo lo que hace Musk, si fuera una botella de vino o un refresco, no sería Tesla. Sería otra cosa.

Aquellos que nos hacen explotar la cabeza son, nos guste o no, los que pasan a la historia. Cosa distinta es que, en coherencia con lo que somos y lo que creemos cada uno de nosotros, tengamos que seguir sus pasos o si es preferible que encontremos nuestro propio camino para hacer avanzar este loco mundo.

¿Creo que es coherente un tequila con botella en forma de rayo con la marca Tesla?

Sí. Gamberra, rompedora, disruptiva (pero de verdad), desconcertante. De esas que amas u odias. De las que no causan indiferencia... Esa es la esencia de Tesla. Si no lo fuera, sería Lexus.

Pues aquí la tenemos. Dos tazas. De tequila.

Anterior
Anterior

Hoy en el podcast: aprende a ponerte en valor.

Siguiente
Siguiente

Hoy en el podcast: llega a tus públicos, con o sin pandemia.