¡Hola!

Esta soy yo.

Sandra.

Y si estás aquí es porque te he dado acceso a esta página secreta.

¡Me alegro de verte!

Yo lo que quiero es SERVIR

a las marcas que salvarán el mundo.

Lo que quiero es encender marcas como la tuya para que este mundo sea un lugar habitable, sano, amable, justo, libre y sin miedo.

¿«Las marcas que salvarán el mundo», has dicho?

Sí. Eso he dicho.

Porque creo firmemente que lo harán.

Algunas, claro.

¿Sabes por qué?

Porque las marcas no son más que personas haciendo cosas.

Y cuando esas personas tienen un propósito urgente y necesario y unos valores firmes, no me cabe duda de que lo conseguirán… si saben contarlo..

Lo que tú tienes,

si estás leyendo esta página secreta, es una marca entre manos de las que nos acercan a ese mundo que quiero para mi hijo.

Lo que yo tengo

es la capacidad de inspirar a las personas, acompañarles a mirar hacia dentro y ser conscientes de sus historias, de su poder y de su importancia… y de construir con todo ello relatos capaces de prender fuegos, que iluminen y calienten, primero hacia dentro, y después hacia fuera.

Hago entrar a la creatividad donde no está ni se la espera.

Allá donde voy, llevo conmigo preguntas, muchas preguntas, y respuestas inexploradas para llevar a las personas y sus marcas a donde no habían llegado antes, a narrativas y significados que, por fin, tienen sentido para comunicarse con fuerza.

Superpoderes que quiero poner al servicio de las personas correctas, porque soy consciente de que no tenemos tiempo que perder.

Y como eres una de esas personas, te lo voy a poner facilísimo, porque creo en lo que haces, en lo que hago y en lo que podemos conseguir si trabajamos en equipo.

Vamos por partes.

Voy a presentarme, antes de nada.

Soy Sandra, aunque desde bien pequeña me llamaban Pepita Justiciera. Porque era la defensora de todas las causas que ni me iban ni me venían.

Ahora que han pasado los años y me dedico a trabajar con marcas, si hay algo que me repatea los higadillos es que las marcas no hagan justicia a la labor de las personas que representan.

La labor titánica y a menudo solitaria de quien se propone salvar el mundo, convirtiéndolo en un lugar más amable, saludable, habitable incluso.

Llámame sheriff de las marcas, si quieres.

Porque imparto justicia entre marcas comprometidas contando (bien) sus historias.

Llámame encendedora de propósitos.

Narradora de lo que el mundo necesita conocer.

Como quieras mientras me llames si tu marca es una de esas que podrían llegar más lejos si lo contaran mejor… o de las que ya lo cuentan muy bien y quieren seguir haciéndolo.

Me he movido en distintos ámbitos de la publicidad, la comunicación y el marketing, y los últimos 10 años los he dedicado a acercar una metodología de estrategia de marca basada en propósito, valores y personalidad a marcas de todos los tamaños con algo en común: querer dejar el mundo mejor de lo que está.

Quise que esa metodología llegara tan lejos, que la pulí, le puse un nombre ~Brand Bonfire~, y la conté en un libro que da gusto ver, leer y tocar: el Manual de Estrategia para Marcas Incendiarias.

La estrategia en realidad era un trámite para que, cuando me pedían mi especialidad ~narrativa de marca y naming~, tuviera la base necesaria para tener sentido.

He trabajado para

ONG como Cruz Roja, Cooperación Internacional y la Plataforma de ONG de Acción Social,  para empresas de tecnología e ingeniería, de electrificación de zonas remotas del mundo, para compañías de fibra óptica y de deporte en las empresas, psicología, matronería, gamificación y startups de impacto.

He colaborado como experta en narrativa y naming con agencias de branding como Futurebrand, del grupo McCann, Small o Acute.

Y desde hace un tiempo acompaño a las personas que se sienten perdidas con sus marcas en procesos que se parecen extrañamente a un proceso de coaching, sin ser yo nada de eso, y tras los cuales me suelen decir «Me has encendido».

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Si quieres decirme hola, es aquí.

Mis talentos son:

~ la visión estratégica para conectar propósito y valores con negocio;

~ creatividad y conceptualización para convertir información dispersa en ideas conexas que formen una narrativa, eligiendo las palabras oportunas (y sí, lo hago mucho mejor que ChatGPT, que es el becario aquí, no el redactor jefe como muchos piensan);

~ VER, con mayúsculas, lo que hay entre líneas y en los ojos de la gente, encender sus ganas y dar sentido a lo que lo había perdido (eso sí que no lo hace ChatGPT);

~ convierto lo aburrido en trepidante. El dato frío en una historia que engancha;

~ aporto una mirada fresca que se lo cuestiona todo para llegar a lugares nuevos.